Seguimos con el cob de las paredes del baño, de las que nos apartamos por un tiempo haciendo otras cosas.
Entre ellas, una bañera, también en cob.
También hicimos la primera pared interna, con un estaqueo muy sencillo y engordado con barro y aserrín.
Van fotos, como siempre:
Ramitas que sostendrán la paja del estaqueo donde irá la pared.
Poniendo paja mojada con arcilla.
Termionando de poner la paja. No importa que queden huecos,
Una vez seca la paja, le agregamos el barro, con una mezcla muy arcillosa al principio, y con más aserrín después.
Primera capa de revoque grueso, con arcilla, arena, bosta (sí, bosta), ceniza y fibra (paja y aserrín).
Juanjo dando la última capa del revoque grueso.
Detalle con retazos de vidrios de colores sobre la puerta del baño.
Sólo barro y vidrio, sin estructura ni armazón.
Se nos ocurrió hacer la bañera en barro. Y así empezó.
Usamos piedras para el piso de la bañera, para ahorrar en barro y energía (humana).
La bañera a medio hacerse. Nos dimos el gusto de esculpir escaloncitos y un asiento adentro.
Agregamos unas varillas viejas (de un cerco eléctrico en desuso) para que soporte la presión del agua, ya que las paredes son angostas (15 - 20 cm).
En el medio de la pared, un florerito transparente usado a modo de jabonera. Se ve verdoso porque le pusimos una botella de aceite de oliva atrás, cosa que deje entrar luz pero que no se vea a través.
La bañera a su altura definitiva, lista para revestirla con una capa fina de cemento.
Ya con el techo terminado, nos disponemos desde hace unas semanas a armar el entramado de madera y bambú que hará las veces de sostén del barro. La técnica recibe el nombre de quincha, pared francesa, estaqueo o bahareque.
Estamos experimentando distintas variantes: desde las proporciones en la mezcla del barro al uso de paja como entramado interno y relleno del muro, o la técnica de COB.
Van fotos:
Pared sur. Reciclando un marco de ventana y fijándolo con ramas.
Alejo, asiduo colaborador, dando una mano en la preparación del entramado.
Preparando las botellas para usarlas como tragaluces.
Acomodando las botellas.
Una manito de asfalto al sobrecimiento para evitar humedad en las paredes.
Pared sur lista para recibir el barro.
Botellas en el entramado.
Pisando el barro.
Nuestra primera pared: un estaqueo simple. La pared viene resistiendo un par de lluvias fuertes, y aún no está revocada.
Los óvalos son botellas incrustadas en el barro.
Juanjo cortando paja para las paredes.
Rellenando la pared con barro y paja.
Usando paja humedecida con barro como relleno del entramado.
Hace unos 10 años, en una ronda de amigos de aquellas que van hasta la primera luz del día, salió el tema de las casas de adobe, de barro, de la autoconstrucción, y hasta creo haber dicho que algún día haríamos así nuestra casa…
Claro que ni idea tenía. Sólo hace unos 3 años entramos en contacto con la bioconstrucción, con la Permacultura, con otras búsquedas. Y aquí estamos, cumpliendo con lo dicho.
Finalmente apareció el terreno de nuestros sueños: en Guayaibity, Itaguá, una zona elevada, cerca del lago Ypacaraí, a tres Km de Areguá y rodeada de productores orgánicos.
Después de mucho caminar el terreno, elegimos el sitio para construir: la zona más elevada, rodeada de árboles que nos darán sombra en verano. Por suerte, no tuvimos que tirar ningún árbol para hacer lugar a la casa.
Le dejamos la tarea del techo a nuestro arquitecto de pies descalzos, Guillermo Gayo, y a su mano derecha, Milciades Vera y a la diestra de éste, Pablito Contreras.
Empezamos este viaje a principios de junio, con algunas interrupciones por las lluvias y el acopio de material (y capital).
El campamento, base de operaciones de nuestros constructores, se asentó a mediados de julio y en medio del frío (y la lluvia). A partir de entonces, Milciades, Pablito y Luâ, un arquitecto paulista venido como voluntario, fueron los primeros habitantes del terreno.
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Para esta altura, 24 de agosto, el techo está casi terminado y estamos empezando las paredes.
Tras mucho debate, decidimos levantar los muros en barro, usando la técnica de quincha o pared francesa, la cual consiste en un entramado de madera (para lo cual usamos ramas de nuestros árboles y restos de material de la obra) forrado en barro.
Además de usar materiales naturales y evitar al máximo el uso de materiales industrializados y/o tóxicos, planeamos implementar soluciones para la reutilización de aguas grises, ventilación, iluminación, etc.
La casa está a medio hacerse, sin plano ni proyecto. Es una constante improvisación, que va desarrollándose en base a las ideas que van madurando en el proceso.
A continuación vamos contando la historia de nuestra casa en fotografías.
Para los interesados, estaremos organizando mingas de trabajo voluntario para que nos ayuden a levantar las paredes de barro y aprendamos juntos…
Son bienvenidos los comentarios, informaciones, preguntas y botellas de lindos colores que tengan...
